A
la pregunta “¿Qué piensa sobre las críticas al Papa que llegan de ciertos
ambientes, desde Estados Unidos y otras partes?” un protagónico y parlanchín
Cardenal Maradiaga responde:
“Creo
que el verdadero problema no es el debate sobre ciertos puntos de doctrina
moral o sobre la disciplina de los sacramentos, como pareció surgir con las
polémicas en los medios durante el reciente Sínodo. En cambio, creo que el
verdadero punto es el magisterio social del Papa, que representa la doctrina
social de la Iglesia, toda la doctrina social. Hay poderes a los que no les
gusta que se digan ciertas cosas sobre los pobres, sobre las consecuencias de
la globalización, sobre la idolatría del dinero, sobre el mercado divinizado
que se convierte en una verdadera esclavitud.”[1]
Dado
que, de los Estados Unidos, la principal oposición a la tesis encabezada por el
Cardenal Kasper, ha sido encabezada por su homólogo, Monseñor Burke, habría que demostrar si la
conspiración que ve el prelado hondureño es cierta.
Nacido
en Wisconsin un 30 de junio de 1948, Raymond Leo Cardenal Burke, hasta hace
poco era prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. Sin duda, se
trataba del canonista con más autoridad durante el reinado de Benedicto XVI.
Prelado de enorme rectitud doctrinal, estuvo involucrado en la elaboración del
motu proprio SUMMORUM PONTIFICUM,
publicado por el Papa Ratzinger en 2007. En dicho documento magisterial y
ius-canónico, Benedicto XVI afirmó:
“Art.
1.- El Misal Romano promulgado por Pablo VI es la expresión ordinaria de la «Lex orandi» («Ley de la oración»), de la
Iglesia católica de rito latino. No obstante, el Misal Romano promulgado por
san Pío V, y nuevamente por el beato Juan XXIII, debe considerarse como
expresión extraordinaria de la misma «Lex
orandi» y gozar del respeto debido por su uso venerable y antiguo. Estas
dos expresiones de la «Lex orandi» de
la Iglesia en modo alguno inducen a una división de la «Lex credendi» («Ley de la fe») de la Iglesia; en efecto, son dos
usos del único rito romano.
Por
eso es lícito celebrar el Sacrificio de la Misa según la edición típica del Misal
Romano promulgado por el beato Juan XXIII en 1962, que nunca se ha abrogado,
como forma extraordinaria de la Liturgia de la Iglesia. Las condiciones para el
uso de este misal establecidas en los documentos anteriores «Quattuor abhinc annis» y «Ecclesia Dei»”[2]
Burke
quedaba, a la luz de progresistas y neoconservadores, no sólo como un
tradicionalista, sino como el nuevo
Ottaviani (lo cual, cabe decirlo, no tiene nada de peyorativo). En el actual
pontificado, Burke , sin proponérselo, encabezó lo que algunos medios han
calificado como “rebelión” contra el papa Francisco. De manera visible, el prelado de Wisconsin se
colocó en las antípodas del liberal Kasper, pero su “resistencia” a ciertos
gestos y palabras del Papa Bergoglio llevaba ya cierto tiempo. Por ejemplo, Burke criticó la entrevista de
la revista jesuita Civiltà Cattolica, donde Francisco califica de obsesivos los temas
referentes al aborto y sodomía. El Cardenal estadounidense dijo, en cambio que:
"Nunca hablaremos lo suficiente de estas cuestiones". Sin embargo,
las palabras más contundentes de Burke, se dieron luego de la publicación la
exhortación apostólica Evangelii Gaudium.
Basta recordar que tal documento esbozaba el programa pontificio de Bergoglio,
y muchos medios lo calificaron como un texto de indispensable lectura y que a
la luz de la doctrina social (que parece, es lo que Maradiaga sitúa como más
importante), era una aportación oportunísima. En cambio, al valorar dicha
exhortación, Burke fue lapidario: "No he encontrado en mi mente la manera
exacta para describir este documento, pero no creo que esté destinado a formar
parte del magisterio papal. O al menos esta es mi impresión".[3]
Al
ser el ariete de la rectitud doctrinal durante el sínodo extraordinario sobre
las familias, en el pasado mes de octubre, la paciencia de Francisco se agotó. El
lúcido vaticanista, Sandro Magister precisa: “Exilio en Malta para el cardenal
Burke. De impecable prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica,
está a punto de ser degradado al rol puramente honorífico de
"patrono" de una orden de caballería. Por voluntad del papa Francisco.”[4]
De hecho, así sucedió.
¿Realmente
esta defenestración pasó porque Burke es un “capitalista” que ve con reserva al
“socialista” Francisco, como afirma –ni siquiera lo especula- el Cardenal
Maradiaga? No, no por esa causa. De entrada porque Francisco no es socialista,
sino una voz que denuncia ciertas situaciones sociales –como la trata de
personas- que no pueden pasar como indiferentes. Pero, tampoco se puede afirmar
que Bergoglio siga las huellas del magisterio social iniciado por León XIII, perfeccionado
por Pío XI, Pío XII, San Juan XXIII, el Beato Paulo VI, San Juan Pablo II y el
propio Benedicto XVI. La realidad es que Burke no se equivoca con la Evangelii Gaudium, cuya redacción
evidencia yuxtaposiciones de diversos redactores (“Tucho” Fernández entre
ellos) y una desarticulada exposiciónde la doctrina social. Para mayor inri,
Francisco habla de la “fraternidad” en el
mensaje de paz de enero de 2014, término más propio del liberalismo clásico
identificado con la masonería. Pero hoy, Burke es exiliado en Malta y
Maradiaga, en cambio, integra el llamado G 8 más uno, o sea, la comisión de
cardenales establecida por Francisco para “refomar” la curia. Esto debe preocuparnos a los fieles, y sin
duda, nos obliga a rezar ante el inminente sínodo por la familia, que tendrá
lugar en 2015.
Hic et nunc: V.
Oremus pro Pontifice nostro Franciuscus
R. Dominus
conservet eum, et vivificet eum, et beatum faciat eum in terra, et non tradat
eum in animam inimicorum eius. [Ps 40:3]
[1] Maradiaga:
«La reforma de la Curia favorecerá la colegialidad», 1 de diciembre de 2014, en
http://vaticaninsider.lastampa.it/es/reportajes-y-entrevistas/dettagliospain/articolo/curia-curia-curia-37845/
[2] CARTA
APOSTÓLICA EN FORMA DE MOTU PROPRIO SUMMORUM PONTIFICUM DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO
XVI, Dado en Roma, en San Pedro, el 7 de julio de 2007
[3]
Vid. El cardenal Burke contra Francisco: "No creo que la Evangelii Gaudim
esté destinada a formar parte del magisterio papal, en
[4] Diario
Vaticano / Exilio en Malta para el cardenal Burke, en
http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1350870?sp=y
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